Lo que necesitas es una Leche de Limpieza, una Loción Astringente y una Crema Humectante. Las podés conseguir en una farmacia o perfumería que venda productos de belleza o de determinados laboratorios.
Comenzá esparciendo la Leche de Limpieza sobre tu rostro (una buena cantidad) y masajeá suavemente en forma circular cubriendo toda la superficie facial. Luego retirála con un paño húmedo, una esponja vegetal o enjuagá con agua tibia.
Luego de haber aplicado la Leche de limpieza, empapá un algodón con la loción astringente y aplicá con pequeños toques sobre la piel.
El siguiente paso es colocar la crema humectante, si tenés la piel muy grasa se recomienda aplicar poca cantidad en la palma de tu mano, esparcirla y luego palpa tu rostro para aplicarla. Si no tenés problemas con la grasitud podés esparcirla en forma circular hasta su completa absorción.
A continuación podés aplicar el maquillaje, y después de eso un fijador, ¡vas a quedar divina!
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